En una publicación de El País se aborda cómo adoptar hábitos saludables –ejercicio físico, dieta equilibrada, buena calidad de sueño y relaciones sociales positivas– actúa como un escudo que reduce el riesgo de desarrollar problemas de salud mental, como la depresión. Un estudio del Instituto de Investigación del Hospital del Mar reveló que adherirse a una dieta mediterránea disminuye el riesgo de depresión en un 16%, mientras que realizar actividad física regularmente puede reducirlo en hasta un 21%. Los investigadores destacan que estos hábitos contribuyen a minimizar la inflamación sistémica y mejorar el equilibrio del microbioma intestinal, elementos clave en la prevención de trastornos mentales. Este enfoque holístico no solo beneficia la salud mental, sino que refuerza la importancia de la nutrición y el bienestar integral, resaltando la interconexión entre cuerpo y mente.
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